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¿Qué es el esquí de travesía? Todo lo que debes saber

https://www.ordinoarcalis.com/sites/default/files/2024-08/esqui-travesia.jpgEl esquí no está reñido con el lenguaje. Al contrario, su terminología es cada vez más rica y hay que andarse con ojo para no confundir esquí alpino, con esquí de montaña (o de travesía) o esquí de fondo. Porque, en efecto, no son lo mismo. 

A continuación explicamos por qué. 

¿Qué tipos de esquí hay?

Aunque hay varias modalidades (el esquí acuático, por ejemplo, no deja de ser esquí), como el esquí de freeride, el esquí de freestyle o el esqui de telemark, definimos los tres que más relevancia y consideración tienen. Lee con atención y así evitarás confundirlos: 

  • Esquí de fondo. O esquí nórdico. Se practica en terrenos más llanos o con suaves pendientes, principalmente en pistas preparadas con un tipo de esquí específico para esta actividad. 
  • Esquí alpino. O relativos a los Alpes, la cuna, hay que reconocerlo, del esquí. También conocido como esquí de pista, es la forma más común de esquí y se practica en estaciones de esquí con pistas preparadas. Ideal para los amantes de la velocidad y las emociones fuertes, en comparación con el de fondo, más sosegado.
  • Esquí de travesía. Combina esquí alpino y alpinismo. Los esquiadores ascienden montañas con esquís que tienen fijaciones móviles en el talón y pieles de foca para evitar resbalones. Una vez en la cima, se preparan los esquís para descender. Se practica fuera de pistas marcadas, en terrenos naturales, y se conoce también como esquí de montaña (o skimo) aunque esta última denominación para una práctica más extrema de esta modalidad.

¿Qué se necesita para hacer esquí de travesía?

Como la mayoría de los deportes de invierno, requiere su buena equipación si no quieres verte en problemas. Apunta estos elementos para tu equipo de esquí de travesía

Esquís de travesía. Equipados con fijaciones que permiten el movimiento del talón para ascender y con un diseño adecuado para el descenso.

  • Pieles de foca. Se colocan en la base de los esquís para evitar resbalones durante el ascenso.
  • Botas de esquí de travesía. Especiales para ofrecer comodidad y soporte durante el ascenso y el descenso.
  • Bastones. Ajustables y robustos para ayudar en el ascenso y proporcionar equilibrio.
  • Equipo de seguridad. Incluye avalancha, pala y sonda. Opcionalmente, un ARVA (dispositivo de búsqueda de víctimas de avalancha).
  • Ropa adecuada. Impermeable, transpirable y capas para adaptarse a cambios de temperatura. También es buena idea llevar una mochila esqui de travesia en la que añadir todos los accesorios necesarios para tu aventura.

¿Qué diferencia hay entre esquí alpino y de montaña?

El esquí alpino se practica en pistas preparadas, como las de Ordino, con un descenso rápido y controlado con esquís convencionales, es decir, con sus fijaciones en el talón. El esquí de montaña, o esquí de travesía, se realiza en terrenos naturales a las que se accede con fijaciones móviles y pieles de foca para evitar resbalones. Requiere habilidades de ascenso y descenso en nieve no compactada.

Por tanto, el esquí de montaña o de travesía implica un elemento de riesgo, al realizarse en pistas abiertas, sin vigilancia ni las medidas de seguridad que ofrecen las estaciones de esquí.

¿Cómo son los esquís de fondo?

Los esquís de fondo son largos y estrechos, diseñados para deslizarse eficientemente sobre nieve compactada. Tienen una base lisa y suelen ser más ligeros que los esquís alpinos. Las fijaciones permiten que el talón se levante del esquí, facilitando el movimiento de deslizamiento. Existen dos estilos: clásico, para deslizarse en huellas paralelas, y patinador, para avanzar en forma de uve en pistas amplias y lisas.

¿Qué se trabaja con el esquí?

Si te gusta el esquí, estás de enhorabuena, porque ofrece numerosos beneficios físicos:

  • Mejora cardiovascular: Aumenta la frecuencia cardíaca y mejora la resistencia aeróbica.
  • Fortalece músculos. Trabaja principalmente las piernas, glúteos y core, además de involucrar los músculos del tronco y los brazos.
  • Quema calorías. Es una actividad intensa que ayuda a quemar calorías y controlar el peso.
  • Mejora el equilibrio y la coordinación. Desarrolla habilidades motoras finas y grandes, esenciales para el control y la estabilidad.

Aumenta la densidad ósea. El impacto y el ejercicio en el frío contribuyen a huesos más fuertes.